¿Acusaciones al aire?

Al aire porque en su columna, Hugo Maul aunque dice que son los “interpretes oficiales” (y mientras lo hace insinúa un poder oculto detrás) los que afortunadamente no pueden contradecir la doctrina oficial, pienso que afortunadamente el y el resto de su calaña son quienes afortunadamente aun no han podido revertir el mínimo de avance en derecho laboral que se goza en Guatemala.

Digo mínimo porque en papel es muy bonito y halagador, cuando se trata de hacerlo valer solamente el derecho del dinero vale. Lamentablemente los sindicatos guatemaltecos son vistos como lacras, pues como eso ha sido mercadeada por oligarquía guatemalteca. Esa situación es terrible porque la organización es la única manera de que los trabajadores puedan conseguir mejoras a su situación. Seria excelente que los trabajadores siguieran el ejemplo de sus empleadores, que están agrupados en todo tipo de cámaras y similares que cabildean y pagan por favores, prebendas, exoneraciones y demás de parte del gobierno (que luego culpan de corrupto).

No me cabe duda que de ser por el señor Maul y otros el trabajador tendría solamente el derecho de recibir su cheque (al finalizar la quincena porque es bueno recordar que la fuerza de trabajo se vende al crédito). Si se lastima o enferma por las pésimas condiciones de trabajo (necesarias, por la competitividad), que mal, porque como no paga seguro privado (con el miserable salario mínimo) esta desvalido y ya incapaz de trabajar. Claro, habiendo mano de obra hasta para exportar rápidamente se hallan recambios. Hay que ver quien es el interprete de la oficialidad.

Un Saludo

4 comentarios:

charakotel dijo...

A esos recambios que ud. menciona, es decir esa reserva de fuerza de trabajo, los -pro y para- oligarcas le denominan eufemísticamente: ventajas competitivas o comparativas.

Saludos cordiales y solidarios

Cesar Martinez dijo...

Vaya, ese término no recuerdo haberlo escuchado, y eso que hasta me torturo a veces con el aberrante programa de Alfred Kaltschmitt.

Un saludo

Ana dijo...

Pues nos torturamos. Pero en la cuestión de los sindicatos: los supieron matar muy bien y los que existen --o al menos los que se notan-- no me parecen muy respetables. No sé si yerro. Un ab razo.

Cesar Martinez dijo...

Puede que no este equivocada Ana, pero creo que como muchas cosas tiene un potencial sin realizar.

Saludos