Censura

Al comentar un artículo en la edicion de internet de ElPeriodico, aparece un rótulo que indica que el comentario será revisado previamente a su publicacion. Seguramente es recomendable que no aparezcan palabras como "puta", y mucho menos si está antecedida por algo como "hijo de"

En fin, el lunes hice un comentario acerca de un reportaje en el que se dice que el keynesianismo está de regreso. Dejando a un lado al capitalismo menos salvaje (keynesiano), mi comentario no apareció nunca. Supongo que sera por mencionar a cierto personaje.

Reproduzco aqui mas o menos como lo recuerdo:

...Que extraño que no hayan ya aqui comentarios de los defensores del capitalismo neoliberal gritando por la no intervencion de los gobiernos en la economia. Talvez quedaron tranquilos por la zarandeada que le dieron a Dionisio el domingo.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Quién y cómo zarandearon al imbécil ese, cuénteme porfa!

Cesar Martinez dijo...

Lo que sucedió fue que estuvo con él, el presidente del parlamento europeo y digamos que aunque siempre es un pro-capitalista, lo es de la forma europea, es decir mas social que el capitalismo neoliberal gringo que nos han impuesto en toda Latinoamerica. Digamos que lo mas gracioso fue cuando el señor del parlamento le dijo que una de las claves de su exito economico era la redistribucion de la riqueza. Como a Dionisio no le gusto le dijo algo como: "a usted como que no le parece lo de distribuir la riqueza". En fin, hay un blog que está en http://escuposangre.blogspot.com, está en los enlaces de mi blog. alli dice algunas cosas mas.

lu! dijo...

la verdad duele.... y así desgraciadamente tambien se censura.

saluditos

lu!

Anónimo dijo...

Yo también quise comentar en un artículo e igual no me lo publicaron. No se entiende (o lo que es peor, no se quiere entender) que llevar la contraria y opinar diferente no es insultar.

Incluso el capitalismo gringo es mucho más social que la salvajada que pretenden los del pisto y sus "académicos" de pacotilla.

Ana dijo...

Aznar murió políticamente, no en la realidad. Un saludo cordial

Cesar Martinez dijo...

Ah!, la proxima le pregunto a google antes de tomar algo literal :-)

Hop Hunahpu dijo...

Saludos, me llega tu blog...

Totalmente de acuerdo con la ridiculez del periódico. Fijate que mandé un comentario y me contestaron que tenía que utilizar 10 líneas nada más. Bueno dije, 10 líneas no son suficientes para contestarle al hijoeputa del Palmieri, pero hice el intento. Al día siguiente me lo regresaron porque tenía que tener no se cuantas pulsaciones. Terminé no mandándolo para no darles gusto.

A continuación, el texto original:
Resulta sorprendente que una persona normalmente bien informada como Jorge Palmieri de pronto se nos haga el ingenuo. Palmieri debería saber que.los hechos del 54 han sido ampliamente dilucidados (fuera de Guatemala por supuesto) por académicos de las más prestigiosas universidades gringas. Los libros “Bitter Fruit” (Schlesinger and Kinzer, Harvard University Press 1982,1999), “Shattered Hope” (Piero Gliejeses, Princeton University Press 1992) y “Secret History” (Nick Cullather, Stanford University Press 1999) dejan muy claro que la intervención de 1954 fué simplemente un favor que el gobierno de los EEUU le hizo a la United Fruit Company.

Para poder justificar la intervención ante el pueblo de los EEUU, la prensa internacional, sus colaboradores guatemaltecos y hasta los mismos operativos de la CIA y el Departamento de Estado, los hermanos Dulles se valieron de la fobia anticomunista de ese tiempo para acusar al gobierno de Arbenz de estar controlado por Moscú. La perfidia estuvo en que ellos sabían perfectamente bien que el PGT era un partido netamente local sin ninguna conexión con Moscú. También sabían muy bien los hermanos Dulles que el PGT como partido político era insignificante y con una cuota muy limitada de poder. Como evidencia de lo anterior, Cullather señala el hecho de que en sus ataques rutinarios a Arbenz, el mismo John Foster Dulles nunca acusó públicamente a Moscú de controlar al gobierno de Guatemala. Eso porque le hubiera sido imposible probar que era cierto (menudo detalle, considerando que fué el cimiento ideológico de la mal llamada “liberación”).

Todos los autores coinciden en que casi ninguno de los sucesos del 54 fué producto de la casualidad. Cullather relata detalles de la campaña de rumores diseñados para desestabilizar al gobierno de Arbenz, donde se habría de explotar a la amistad de éste con Fortuny y se exageraría el papel del PGT en el gobierno. La campaña de desestabilización fué intensa y provocativa. Cuando Arbenz mordió el anzuelo y empezó a perseguir a los estudiantes universitarios que trabajan para la CIA, inmediatemente lo acusaron de represor. De ahí que percepciones como “Arbenz era títere de Fortuny” y “Arbenz fué un represor”no fueron sino el efecto cuidadosamente calculado de un engaño made in USA (en el que aún viven muchas personas supuestamente sofisticadas como Palmieri).

Todos los autores, la academia y cualquiera que tenga dos dedos de frente también coinciden en que la intervención del 54 fué el precursor tanto de la guerrilla como de las dictaduras militares (de las que Palmieri es apologista), y que por lo tanto Guatemala sería un país muy distinto si los EEUU no hubieran deliberadamente cortado de tajo la Revolución del 44. Un hombre de mundo como Palmieri también debería de saber que tarde o temprano los libros arriba mencionados van a ser lectura obligatoria en las escuelas guatemaltecas y que la historia va a ser implacable con los dinosaurios cuando éstos se mueran. De ahí que Palmieri tiene dos opciones: O nos dice la verdad sobre las muchas historias de que fué testigo presencial, haciendo un servicio público y limpiando su nombre en el proceso; o se sigue “portando bien”, llevándose sus secretos a la tumba y pasando a la historia no solo como un colaborador de gobiernos genocidas sino como un vulgar mentiroso.

Cesar Martinez dijo...

Quintus: Es importante que utilicemos los espacios de internet para sobrepasar la matizada censura de los medios tradicionales, asi que adelante