La falsa memória

Imaginé ayer que los gritos iniciarían pronto y no tardaron... Hoy Francisco Beltranena dice que “las elites” no tienen memoria para defender la nación. Tal afirmación la hace en el sentido de la orden de captura del General Humberto Mejia Víctores.

Según dice, el mencionado asesino es un insigne ciudadano, responsable de derrocar al abominable Efraín Ríos Montt, cosa que si bien es cierta, olvida señalar que fue por su iniciativa de desviarse del plan esbozado por los militares a largo plazo, para contrarrestar a la insurgencia primeramente, y luego de establecer un gobierno civil al cual entregarle el poder a mediano plazo. Menciona en su artículo:

Guatemala se abrió al mundo y demostró que no quería ser un país paria ante la comunidad internacional, y el gobierno militar que encabezó Mejía Víctores permitió y facilitó la llegada del relator especial de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, vizconde Colville de Culross

Por supuesto, si lo que necesitaban era un gobierno mascarada que les permitiera continuar impunemente las violaciones de los derechos humanos, aun no resarcidas, mientras que los golpes de la comunidad internacional los recibian otros.

La contrainsurgencia era el objetivo primordial de las decisiones políticas tomadas en la década del 80. Durante el gobierno de Mejia Víctores continuaron los asesinatos selectivos mientras las masacres disminuían. Tal es el legado que pretende el citado columnista rescatar. El Abogado del mencionado asesino es de apellido Beltranena. Talvez le encargaron una columna para ayudarlo a “formar opinión”.

 

6 comentarios:

charakotel dijo...

Su comentario me recuerda que hace un par de semanas llegó Vinicio Cerezo a dar una charla sobre negociación y cabildeo a mi escuelita. Lo de siempre, arrogarse el protagonismo de la transición democrática -El caso de Beltranena es peor, pues alardea campante su servilismo hacia el mencionado militar-, como si todo ese proceso de transición a la democracia de fachada (formal dirían por ahí) no hubiese sido dictado desde Washington, consecuencia de la evolución de su doctrina de seguridad nacional.
En fin, los oligarcas sí que tienen que estar agradecidos con su sanguinarias mascotas que les defendieron el status quo...

Hop Hunahpu dijo...

Mejía Víctores es un chacal en nada diferente a sus predecesores. No nos olvidemos que todos seguían la misma "política de estado" que como bien dice Charakotel venía directamente de la embajada. En cuanto a Francisco Beltranena, es uno de los más retrógrados oligarcas que no logra engañar a nadie cuando trata de ponerse la máscara de demócrata.

jose lopez dijo...

Francisco Beltranena es mula, no se da cuenta que a quienes llama élites -oligarquía, diría yo- lo que quieren es librarse de la culpa de lo que sucedió en este país. Algunos hasta dicen "falta Ríos Mont". ¡Qué fácil! es decir: "ellos son los asesinos, ellos son los genocidas". Pero de esas mismas culpas no se libran todos los del MLN y los que de allí vienen,o, incluso Cerezo que estaba enterado de todos los hechos represivos que sucedieron durante su gobierno.

Solo un torpe, distorsionador de la Historia, como Beltranena no se quiere dar cuenta que la cantaleta de transición a la democracia fue una fachada para que perviviera el dominio militar. Sobre todo porque la fachada de un gobierno democrático legitimaba aun más las prácticas de terror que se cometían en nombre de la "estabilidad nacional". Esto último lo confirmó por su propia boca el general Gramajo Morales.

Ana dijo...

Una amiga se encargó de llevar al Vizconde a las 'zonas de conflicto' (manera polìticamente correcta para referirse a la guerra) y el propio Vizconde le aconsejó, tras la visita, que saliera del país, porque llevarlo a él ya era peligroso. Y tuvo que irse sin remedio.

Ana dijo...

A propósito del post sobre la Marro: anoche me despisté y no vi completo el programa de Dionisio. Pero dijo uno de los allí presentes que la Marro es una maravilla porque TODO se ha articulado para un fin, y que era el único caso que conocía en el mundo. Aunque el programa dé náusea, hay que verlo. Ahora hago mías las razones de César cuando lo de Zapeta.

Cesar Martinez dijo...

Yo recordé muy tarde y ya no vi el programa. Cuando eso pasa siempre sé que no me perdí de nada bueno. Claro que hay excepciones, como cuando llega algun invitado extranjero que deja como tonto a Dionisio. Hasta el liberal Uribe recuerdo que fue de esos alegres invitados.

Saludos