Tiro al blanco

Lamentablemente no tuve internet toda la semana, pero recuerdo perfectamente un artículo del dia lunes en el Siglo XXI, y es esa la razon por la que se llama "tiro al blanco" esta reflexión. Realmente nunca habia querido escribir acerca de las estupideces que escribe Estuardo Zapeta debido a que es como jugar tiro al blanco disparandole a una ballena.

El lunes el señor Zapeta critica una cierta propuesta "anti propiedad privada" tal y como otros muchos terratenientes o simples servidores intelectuales lo han hecho. Menciona de forma burlona los terminos de "justicia social" y niega la explotacion al decir que es falso que la "riqueza de unos es la pobreza de otros". Talvez el señor Zapeta no vive aqui en Guatemala, seguro escribe desde Nueva Zelanda, Dinamarca o algun otro pueblo similar, puesto que verdaderamente desconoce no solamente la situacion actual, sino que los procesos historicos que estan por detras de ésta (que no voy a sintetizar puesto que es algo que ha sido tratado por muchos intelectuales nacionales), todo lo cual mantiene en miseria a millones de nuestros compatriotas. Digo ésto con dolor del corazon porque somos apenas 12 ó 13 millones y es un puñado de gente la que (sobre)vive de una forma mas o menos decorosa.

Me han contado que en un programa de radio el señor Zapeta repetidamente dice que el es un indio, que no tiene tierra y que no la necesita. Seguramente porque de alguna forma logró estudiar y lamentablemente convertirse en un instrumento ideológico al servicio de la oligarquía, que se ha retirado del proceso de negociación agrario.

Para apreciar el nivel de engaño en que se encuentra éste personaje, cito una parte de su columna:

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¡Ah!, todo en nombre de la lucha contra la "ociosidad", de digamos, la tierra. Semejante ociosa estupidez sólo se le podría ocurrir a alguna bestia que se sienta en su arrogancia superior a todos, y tan superior que se convierta primero en "expropiador" -lo cual es un robo-, y luego "redistribuidor" de lo expropiado.
Si ése, el de "la ociosidad" de algo fuese la norma generalmente aplicada, entonces habrá que "expropiar", por ejemplo, las camisas que no usamos, los pantalones que ociosamente están en nuestros clósets, o los jardines, y el oxígeno que no respiramos, sería catalogado como "ocioso", y por lo tanto sujeto a impuesto, luego a expropiación, y después a redistribución.
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Solo una verdadera bestia afirmaria que el acaparamiento por una pequeñísima parte de la poblacion, menor al uno por ciento, posea la mayor parte de tierras cultivables del país, y que sea éste el factor decisivo para el control que ejercen en el aparato estatal, lo mismo vale para el resto de las esferas de la sociedad, donde hacen y deshacen a su antojo.

Solo una verdadera bestia no solo no reconoce, sino que afirma en un medio masivo de comunicación, que no hay diferencia entre la propiedad privada de la tierra, que es un medio de produccion, de vida y muchas cosas más, y la propiedad privada de camisas, pantalones, aire (¿aire?, ¿ya comenzaron con eso tambien?).

Mientras nuestra sociedad no pueda diferenciar entre la realidad guatemalteca y lo que predican estos charlatanes con títulos universitarios, justificando y dandole continuidad a la dominación, explotación, etc. Seguiremos trabados por nosotros mismos en el subdesarrollo y la dependencia.