Dia del la reforma liberal

Durante cierto tiempo he estado convencido acerca de la pobreza y peligrosidad que encierra la presencia del ejército en las calles con el supuesto objetivo de preservar la seguridad y esto se debe no a que sean asesinos o lo mismo pero con matices de intelectualidad o por su dudoso desempeño en los últimos años, sino por una razón más simple pero relacionada a lo anterior. El ejército no está entrenado para dar seguridad.

La policía supuestamente está concebida como una institución con fines claros, castigar a quienes infrinjan la legislación vigente y debido a esa función servir de disuasión a la comisión de delitos y es ese su principal papel. Dice Juan Jacobo Rousseau en El Contrato Social que la impunidad del crimen lleva a la disrupción del orden social y la paz.

Supuestamente la policía tiene un cierto entrenamiento que le guía a actuar de forma determinada con los ciudadanos. Lo fundamental es la inocencia hasta la prueba de la culpabilidad. El supuesto delincuente debe ser capturado y procesado para ser imputado o eximido de culpa.

El ejército no es nada de eso. Su función es única, la total terminación del enemigo que se le designa (obediente y no deliberante).

Sacar al ejército a patrullar es una mala decisión, debido simplemente a que no está preparado para ello. Su papel es puramente ornamental, proporcionan una falsa sensación de seguridad porque aunque hagan arrestos o cubran algún punto caliente, igualmente pueden estar asaltando a la vuelta de la esquina y no se van a enterar. Pero el problema mayor es que no sirve de nada capturar para luego de uno o dos días dejar libres a los delincuentes porque el ministerio público es incapaz de efectuar sus funciones.
También el patrullaje sirve de propaganda que ni siquiera es a gran escala porque su presencia es tan irregular y mínima que ni los medios de información les dan mayor cobertura pero provee justificación de su existencia.

Por otro lado, ¿será el ejército la respuesta para el combate al narcotráfico? El narcotráfico y otras actividades semejantes se agrupan en la lumpen burguesía, donde están quienes producen para el mercado capitalista pero son rechazados por el por razones diversas. Por la peligrosidad de sus métodos y su gran poder económico se suele creer que solamente el ejército es capaz de combatirlo de forma eficaz pero si se piensa cuidadosamente no es difícil concluir que un trabajo policiaco de investigación e inteligencia bien hecho es la clave para la desarticulación de esas mafias.

Claro está que en vista del trabajo efectuado por la policía, cualquiera de nosotros puede morir hoy y el crimen seria olvidado o enterrado para siempre. En nuestros países la policía y el ejército están conformados y controlados por mafias lumpen capitalistas o capitalistas propiamente dichas, a las que brindan protección y para las cuales hacen trabajos sucios.

Para empeorar la situación esta institución de dudosa reputación ahora tiene la capacidad que mencioné anteriormente, de inteligencia basada en espionaje pero lo hace violando flagrantemente la constitución y lo más lamentable es que tomando en cuenta la indiscutida falta de confianza de los guatemaltecos en la policía, basada no en especulaciones, sino en su pasado y presente delictivo mas el agregado institucional de inutilidad para llevar a buen término su función, se puede decir que solamente el ejercito es peor candidato para espiarnos supuestamente para ayudar al combate del crimen organizado pero indudablemente tendrá resultados perturbadores en muy corto tiempo.

¿Sabe o no sabe?

Un error lo comete cualquiera dice el refrán. Sin embargo es inexcusable cuando se trata de un argumento y se auto-rebate. Ramon Parellada dice en su columna:

Es falso afirmar que “el modelo neoliberal empobrece a los más y enriquece a los menos”

y seguidamente:

La libertad ha permitido que, en palabras de Johan Norberg, “en los últimos 180 años desde 1820, el ingreso promedio de la humanidad aumentara aproximadamente 1,000 por ciento”.

A primera vista parece estar todo bien pero no puede hablar del total primero y del promedio después. En un mundo con mil millones de personas que sufren los efectos del hambre y cada cinco segundos muere un niño por causas relacionadas a ella, habría que preguntarse si realmente es falso que esa supuesta libertad ha empobrecido a la mayoría o por lo menos preguntarse si todos nos estamos haciendo ricos o si hay más gente empobreciéndose mientras algunos se enriquecen.

Un ejemplo muy cercano es Guatemala. Tenemos aproximadamente un 70% de pobreza y extrema pobreza y todas estar personas, en términos liberales son pobres porque se les da la gana serlo, porque no tienen vocación empresarial.

¿Será posible que Juana la operadora de la maquila pueda establecer la suya propia? Ningún banco le va a prestar dinero, y si lo hace será a una taza de interés que parece pensada para asfixiarle. ¿El ahorro? Imposible, con los Q.2,000.00 que gana trabajando catorce o más horas al dia.

Parellada y compañía tienen razón en que nuestras acciones y decisiones son influyentes en lo que somos, pero NO LO ES TODO. Hay una estructura opresiva sobre nosotros que no es apreciable por los sentidos pero eso no lo hace menos real y es el capitalismo. Que no quieran aceptar e incluso nieguen activamente la naturaleza explotadora de esa relación social es distinto.

medio fuera de tópipo: Blog

No es porque esté de moda gracias a Marcela Gereda vituperar a la UFM y la ideología que pregona que estoy escribiendo ésto, sino porque me ha dejado totalmente anonadado la lectura de esta publicación de un blog guatemalteco.

Creo que nadie puede negar que en la URSS se hicieron barbaridades pero el problema que encuentro es la absolutización en la que incurre el autor y la negación de la realidad que caracteriza a la capa pequeñoburguesa que lamentablemente como el, repite hasta el cansancio las palabras de sus sacerdotes pero no saben una puñeta del desarrollo histórico del capitalismo o son perfectamente capaces de ignorar hechos como las centenas de miles de muertos por el infame capitalismo monopolico gringo en Irak, directamente mas los millones de muertos por hambre, diarrea, malaria, etc. que son excluidos del sistema y dejados en su libertad de morir.

Será así de simple?

Como no soy economista, ni tengo tantos años de interesarme por lo que sucede en Guatemala no puedo recitar o rememorar cuanto ha crecido la economía guatemalteca durante las últimas dos décadas digamos.

Uno de los principales argumentos usados por quienes defienden el liberalismo, neoliberalismo, liberariarismo o como se le quiera decir al discurso oligarca al que nos tienen acostumbrados los medios, es el del crecimiento económico. Supuestamente la libertad que en ese contexto es económica, tiene el potencial de producir un crecimiento económico capaz de sacar al país de la pobreza.

Hugo Maul en plena concordancia con la aplicación de las ciencias exactas a las sociedades nos dice en ElPeriódico que el secreto está en un ocho por ciento o más anual para que el guatemalteco medio pueda apreciar un cambio. Me pregunto, ¿será así de simple?

Si repasamos la historia de los últimos dos siglos encontraremos un sinfín de promesas hechas por las elites en cuanto a cual era no solamente el origen del atraso y la pobreza, sino que cual era la solución. Puede ser que se las hayan estado haciendo entre ellos mismos (y que lo continúen haciendo) porque realmente han hecho y siguen haciendo cuanto han querido dentro de los límites impuestos desde afuera y aunque no solamente esa elite se ha beneficiado, son pequeñas las concesiones que han dado en cuanto a la economía, política y dirección de la sociedad.

¿Es así de simple entonces? No, porque las condiciones sociales actualmente están dadas para que continúe esa forma oligarca de acumulación a la que unos pocos han sido invitados a disfrutar del banquete, porque la fiesta se aprecia desde lejos.



 

Parodia incompleta

Al artículo de Felipe Bosch

La semana pasada la facción oligarca industrial celebramos el XII congreso industrial con la participación de Ricardo Lagos, quien con su sucesora, Michelle Bachelet han sido responsables de la perdida de una gran variedad de derechos sociales y solamente han incrementado enormemente los caudales de las grandes corporaciones que son las que le hacen la imagen al exterior, y la intervención de los cinco candidatos a la presidencia que ya han sido adquiridos a distintos precios por ese viejo círculo de poder.

Como es usual la Cámara de la Industria de Guatemala volvió una vez más a mostrar el liderazgo que le caracteriza mostrando como loros en jaula a los candidatos repitiendo las recetas neoliberales que no funcionan en ningún lugar, a menos que se vea desde arriba, por supuesto.

Ciertamente es muy provechoso para Guatemala que nos centremos en el "como" y no como era en el pasado, cuando la discusión se centraba en el "a donde vamos" atreviéndose a cuestionar los sagrados designios oligarcas.

Y es que Guatemala es un país exactamente igual al de 400 años antes, con latifundio, sobreexplotación de la mano de obra.

Creo verdaderamente que ninguno de los cinco candidatos que llegaron al Congreso Industrial el miércoles pasado, quieren volver a ver una Guatemala en crisis como la vivimos en los años de Portillo donde la cúpula empresarial se vio obligada a medio pagar impuestos y no se hizo con la mayoría de negocios con el Estado.

Realmente aplaudo que hoy el debate se centre en el “cómo vamos a crear las condiciones necesarias para lograr la inversión”, produciéndonos millones en ganancias mientras que la gran mayoría de habitantes de la fincona seguirá cultivando maíz en pendientes de 60 grados y muriendo de diarrea.

Definitivamente que Guatemala no quiere vivir los días que vive Venezuela, que está pasando por una de las etapas más difíciles de su historia, Chávez, como dictador, cerró un canal privado de televisión por promover su propia revolución muy probablemente al estilo Chile, primero otro dictador que mate a los que no estén de acuerdo, cierre canales de TV, periódicos, y nadie por supuesto va a decir nada.

Guatemala, en cambio, no puede darse el lujo de dar marcha atrás, porque es la forma oligarca de acumulación, supeditada al capitalismo en su etapa monopólica y a su papel como proveedor de fuerza de trabajo barata y materias primas con mascarada de democracia lo que está en juego. Es que detrás de la compra de candidatos y votos está el desarrollo de un país.

Por eso veo con buen tino la posición presentada por los candidatos a la Presidencia...

El derecho

Hoy Luis Enrique Pérez dice, siempre premisa sobre premisa por supuesto, que el derecho se fundamenta básicamente en algunas de ellas. La primera es que requiere la existencia de varias personas. Es decir que es social. Me voy a enfocar en ésto solamente, porque creo que no fue tratado con seriedad debido a las limitaciones de espacio de una columna.

Tiene toda la razón, el derecho surge en sociedad porque en aislamiento no queda más que el ser. Sin embargo como todo buen neoliberal comienza ya a perderse en su discurso, y no porque el razonamiento adolezca de fallas, sino porque inicia a hacer a la historia a un lado, sugiriendo que esos actos de libertad tienen como requisito la falta de coacción. ¡Por supuesto que no debe haber coacción! pero le falta reconocer que históricamente el derecho siempre surge en una sociedad donde existe coacción económica o extraeconómica debido a la apropiación privada del excedente productivo producido en el seno de esa sociedad.

La libertad negativa neoliberal aunque no solamente de ellos, se caracteriza por el poder-hacer hasta cierto punto, es una libertad limitante. Que tiene su fundamento en la propiedad privada de los medios de producción y por ello de allí se deriva y que deja claramente establecido en su escrito el señor Pérez.

Por ello, la ridiculez de las leyes abstractas de Ayau, que solamente tendrían sentido en un mundo de perfecta igualdad que no existe ni en la cabeza de quienes como él tienen el poder económico, o que se han aprendido sus discursos.